lunes, 25 de mayo de 2009

Diarios Públicos: Tercer retazo


A menudo, los grandes hits musicales del momento hablan sobre amores imposibles y dolorosos. Sinceramente y en mi opinión, todos fuímos Kurt Cobain cuando teníamos 15 años y usábamos Teen Spirit como desodorante, pero pienso que nos hemos hecho mayores.
Tal vez me equivoque o tal vez, la sociedad sea masoca por naturaleza.

Dolor y tristeza son el imán de las grandes discográficas para llenarse sus bolsillos de dinero y nuestros corazones de penas. Te haces mayor y descubres que esas personas, esos nuevos Kurt Cobain, son gente que canta hechos y situaciones que no han vivido, pero ojo, siempre habrá alguién que digan que su canción es hermosa. He aquí el tema que quiero tratar: La posesión del sentimiento ajeno.

Es incomprensible que adoremos con fervor a gente que expone ideas que no son suyas, que llore lágrimas gracias a la química. Esos actores frustrados no tienen cabida en nuestra cabeza, sin embargo les abrimos nuestros corazones porque nos dan pena.

Acabando, por mucho que intente recitar un soneto de Quevedo, por muy parecida que sea la situacion vivida por mí al tema del poema, estoy mintiendo al mundo y a mi mismo, porque el sentimiento es una de las pocas cosas que nos pertenecen
Pobres Kurt Cobain de 30 años que no han encontrado la escopeta adecuada.

lunes, 11 de mayo de 2009

Diarios públicos: Segundo retazo


Llevo mucho tiempo escribiendo, y aunque mucha gente pueda pensar que eso es magnífico o formidable, lo cierto es que el arte tiene un doble filo demasiado estrecho para aguantar el equilibrio durante mucho tiempo. Así, acaba desdoblándose tu vida en dos partes: la vital y la artística.Todo muy bonito si lo piensas rápidamente, pero si te paras a pensar y lo reflexionas como un mendigo es una idea tristísima, porque... Cual de las experiencias de esta doble vida es la real? Lo cierto es que en mi caso, unos días una y otros, la otra.

Este pequeño esbozo tiene su orígen en un documental emitido por Documentos TV qué reflexionaba acerca de la frontera invisible pero palpable entre genialidad y locura. Es cierto que grandes genios han estado locos, pero hanestado locos conformes a la sociedad que observaron sus actos, hoy en día, son genios y punto.

Aquí llego al final, exponiendo mi tesis: la locura artística (permítanme usar este término) no va ligado a la genialidad como muchos defienden. La locura artística, la esquizofrenia cultural, la neurosis megalómana, la doble personalidad poética son frutos del tiempo dedicado, de la cantidad de veneno que hemos saboreado por placer primero y por dependencia después. Los genios no están locos, los locos son los que buscan la genialidad por encima de la felicidad.