martes, 26 de agosto de 2008

"He venido para ver" de Luis Cernuda


Recuerdo que hace unos años, mientras en clase aburrido ojeaba las partes de literatura de mi libro de Lengua, llegué a la genereación del 27 y me fijé en los autores menores, entre ellos, un tal Cernuda. Busqué por el libro y encontré un poema suyo.

Como he dicho, fué hace algunos años, pero desde aquel momento, la poesía de Cernuda me ha acompañado a donde quiera que fuese. Esto se ha consolidado el mes pasado ya que adquirí una antología de su poesía.

El poema que dejo aquí es una muestra de la lírica de Cernuda, la cual, nos muestra que la vida es infinitamente amarga, pero siempre nos queda una ínfima esperanza para aferrarnos a ella.

Este poema ha sido extraido de su libro "Los placeres Prohibidos".

HE VENIDO PARA VER

He venido para ver semblantes
Amables como viejas escobas,
He venido para ver las sombras
Que desde lejos me sonríen

He venido para ver los muros
En el suelo o en pie indistintamente,
He venido para ver las cosas,
Las cosas soñolientas por aquí.

He venido para ver los mares
Dormidos en cestillo italiano,
He venido para ver las puertas,
El trabajo, los tejados, las virtudes
De color amarillo ya caduco.

He venido para ver la muerte
Y su graciosa red de cazar mariposas,
He venido para esperarte
Con los brazos un tanto en el aire,
He venido no sé por qué;
un día abrí los ojos: he venido.

Por ello quiero saludar sin insistencia
A tantas cosas más que amables:
Los amigos de color celeste,
Los días de color variable,
La libertad del color de mis ojos;

Los niñitos de seda tan clara,
Los entierros aburridos como piedras,
La seguridad, ese insecto
Que anida en los volantes de la luz.

Adiós, dulces amantes invisibles,
Siento no haber dormido en vuestros brazos.
Vine por esos besos solamente;
Guardad los labios por si vuelvo.

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